Dueños del Abismo
Nunca se esconderá mi energía
si puedo desatar tus deseos.
Es mi voz que te clama.
Es mi voz que late
en el vacío.
Me encontrarás
donde tus dedos
han de tocar el sol.
Donde la luna se agiganta
y su luz juega
con las vetas doradas
de mi pelo,
porque allí me oculto.
Un martes cualquiera
encontrarás mi ombligo
sembrado a ras del cielo.
En donde crecen zarzamoras
y el rocío destila lágrimas
perfumadas de resina
que me aroman los senos.
Y renacerá la vida
para cultivar alientos,
para que tu lengua
y mi lengua
de muchos abriles
los equinoccios dancen.
Entonces,
seremos ambos
los dueños del abismo.
Taty Hernández Durán ©
4 comentarios
Rosa Silverio -
Ana Maria -
un abrazo grandote
Taty H. -
Taty H.
Yolanda Arroyo Pizarro -