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Desde La Maga

A mi muerte

(A propósito de la muerte de un poeta)

Cuando me llegue ese designio
que nos otorga la vida al nacer
quiero que cremen mis restos,
que mis cenizas se distribuyan
por la tierra que tanto amé.

Que en la falda de sus lomas,
que en la orilla de sus ríos,
que en las raíces de sus pinos
esas cenizas, mis cenizas
sirvan de abono a otros versos
que como mis versos nacieron
con la energía del sol.

Cuando me llegue ese designio
no quiero llantos sino risas.
Quizás esto sea cursi pero
quiero que haya música por doquier
para que vibre la vida,
para que la esperanza no muera.

Porque he sido un ente feliz.
Porque he buscado a Dios
y le encontré en la calidez
de mis amigos y hermanos
que como yo han buscado
más allá , mucho más lejos
del ser que permanece.

Taty Hernández Durán ©

5 comentarios

Taty H. -

Aylan: ...y que en esa partida no queden rastros de dolores sino de amores.

Ro: ... y si la muerte toca mi puerta con gusto he de abrirla siempre y cuando mis designios se hayan cumplido. Si esto no ocurriera, que sea la voluntad del Hacedor de los Hacedores.

Atilano: ...Mas que un poema ha sido este un grito por la partida de quien leyera mis primeros intentos de hacer versos. Si lo consideras un testamento me alegra saber que él fue el transportador de mis deseos hacia el más allá.

Jorge [Chanoc]: Es posible que tengas razón. Me gusta esto de enojo "transitorio" porque al final es el Espíritu quien sobrevivirá a todos los reveses.

Abrazos a todos y a la toda Ro.

Les quiere,
Taty H.

Chanoc -

Pensándolo bien, la muerte no es sino el "enojo" transitorio del Espíritu con su esposa La Vida. ¿O no?

atilano -

Hola Taty:
Su poema último es como testamento,y así debería llamarse, pero es solo mí humilde opinión...
Le comparto unos versos a la muerte, paridos alguna tarde por ahí en una pagina Web...


Al morir no podré escribir mas, no tendré un cuerpo físico que me sostenga, que mantenga el pulso de esta mano, que mueva mis dedos gráciles dentro de una estructura de signos. No podré decir mas lo que pienso, abandonare un cuerpo de carne y tomare algún lugar en un sitio que desconozco.

Si alguna vez le he temido a morir, quizás sea a la insatisfacción de no concretar mis sueños, a no ser realidad la bola de pensamientos, que fluyen sin que los llame. Ni determine si son buenos o malos. Creo que solo moriré, se agotara mi tiempo de estar aquí. Hinchando o acariciando alguien que me gusta, comiendo ese alimento que me hace ser feliz...

Mi cuerpo aun joven, autosuficiente. No con la fuerza de un adolescente interrupto, pero con la confianza de un hombre medio, que aspira llegar más allá y sabe donde terminan las cosas y no se apura mucho en llegar, ya que esto no es perfecto, pero estoy y siento, y ahí me hace olvidarme del después, que vendrá, cuando estos ojos se cansen de ver o ya no puedan ver, y estos dedos no se levanten, para dejar en una pagina Web una voz, de que aun te recuerdo...

Atilano




Rosa Silverio -

Zafaaaaa, Tatyyyy, la muerte lejos de tus arcas doradas, amiga. Te queda mucho tiempo entre nosotros.

Bueno, me alegra que por lo menos el tema haya sido pretexto para regalarnos tus versos.

Te quiere,

Ro

Aylan Perez -

A tu muerte, te prometo la cancion de los Elfos, lo suficientemente triste por tu partida, y lo suficientemente alegre por tu gran vida.