Poesía Montañesa
Periódico HOY/Espectáculos
Por Marivell Contreras
Abandonamos la lluvia capitalina. El humo y el ruido de Santo Domingo el pasado fin de semana para entregarnos a los brazos del acogedor paisaje jarabacoeño y deleitarnos en la magia de la palabra que por opción y a veces por omisión, se hace poesía.
Era la segunda vez que acudíamos, con la presión que provoca dejar todo el diario e ineludible hacer, a este encuentro en que una maga llamada Taty Hernández, a fuerza de ser poeta y amiga, nos obliga con la mayor sutileza (con entereza, también) a estar ahí.
Quizás acogiendo como buena y válida la frase popular que se hizo rap en el Ilegal, Vladimir "el que no vino no sabe de lo que se perdió" y sí, se puede pensar que es así, pero si en lugar de no ir, vas, entonces te convences de que en ningún lugar podrías estar mejor que ahí.
Esta vez, el IV Festival de Poesía en la Montaña llevó a tantos poetas que convirtió el evento casi en un congreso poético, tanta diversidad de escuelas y estilos como persona tuvo frente al micrófono.
Y, no solo eso, sino que por primera vez vimos a tantos poetas juntos con más deseos de oír que de oírse.
A la armonía y camaradería imperante en el encuentro de poetas hay que adjudicarle una buena parte del crédito, no todo, pero la mayoría, a la frescura de esta ciudad de viento sutil y frío.
Es que el calor molesta tanto en algunas ocasiones que provoca las condiciones propicias para la ira, la envidia y el desafecto. Mientras que el frío, une y sensibiliza.
Necesitamos el calor de los otros cuando tenemos frío y rechazamos hasta el propio cuando tenemos calor, tanto más a los otros.
Por eso, este fin de semana la poesía dominicana, toda, se vistió de verde y de solidaridad con la amiga Taty y todo el que llegó hasta allí.
El evento, naturalmente informal, adquirió en algunos momentos carácter de oficialidad, pues motivados con la presencia del Secretario de cultura, poeta también, escritor también y buen amigo; el síndico y la sala capitular de Jarabacoa decidieron declararlo Visitante Distinguido en un aparte entre coloquial y oficial un poco antes de que empezaran las lecturas de la noche del sábado.
Con la puesta del sol habían leído los jóvenes amantes de la literatura, José Rafael Lantigua les había dado una cátedra, de forma sabia y divertida, acerca de los retos que debe vencer un joven o una joven para convertirse en escritora.
Pero la noche fue para las altas voces. Primero el estreno de un trío de poetas que han sido denominadas como las voces del nuevo milenio y que causaron interés, aplausos y risas por su estilo de escribir describiendo situaciones urbanas y dolores y soledades con juegos verbales y sonoros de mucho impacto en los presentes.
A estos le siguieron las voces de José Rafael Lantigua (con sus Júbilos Intimos), Pedro Antonio Valdez, José Mármol, Noé Zayas, Fernando Cabrera, Basilio Belliard, León Félix Batista, Angela Hernández, Manuel Llibre Otero, Rancel Báez, Mateo Morrison, Alexis Gómez Rosa y Taty Hernández estrenó un par de poemas de su libro en preparación.
Fue una noche mágica de verdad en que la fiesta de las palabras culminó con la fiesta de los víveres. Un riquísimo sancocho en La Casona, con vino tinto y de fondo mucho merengue, bachata y reguetón.
Es que era un encuentro de los poetas dominicanos, con la poesía dominicana, muy al estilo dominicano. Si alguien me lo hubiera contado, si yo no hubiera ido, lo hubiera lamentado. Y, no poco.
Domingo 3 de Septiembre de 2006
http://www.hoy.com.do/app/article.aspx?id=87441
7 comentarios
Taty Hernández Durán -
Afectos.
Yolanda Arroyo Pizarro -
Alguien (Aylan E. Perez) -
Rosa Silverio -
Te quiere con el alma,
Ro
Taty H. -
Ana María, versificaremos en el 2007.
Ana Maria Fuster -
Un beso grande desde Puerto Rico y la solidaridad versante.
Nos veremos el próximo año, voy a Sto. Domingo en el 2007
más abrazos
Ana Maria Fuster -
Un beso grande desde Puerto Rico y la solidaridad versante.
Nos veremos el próximo año, voy a Sto. Domingo en el 2007
más abrazos